jueves, 10 de junio de 2010

El triunfo de Alfonsín le abre el telón a una candidatura de Binner


Por Mauricio Maronna / La Capital

El triunfo de Ricardo Alfonsín en la interna radical tiene connotaciones directas con la política santafesina. El perfil socialdemócrata que quiere darle el hijo del ex presidente a su probable candidatura presidencial le otorga aire al socialismo santafesino y, más directamente, a Hermes Binner, de quien ahora se dirá en todos los medios que es presidenciable.

   Para los lectores de este diario todo lo que ahora se manifiesta en los medios nacionales no es novedad. Se dijo aquí, y queda ahora ratificado por los protagonistas, que un triunfo del alfonsinismo en la compulsa interna le permitiría a Binner poner condiciones a la hora de su integración a una fórmula presidencial. Una de ellas será que el sucesor del Frente Progresista a la Gobernación tenga encarnadura socialista, algo que cae como un rayo entre los radicales que caminan la provincia para disputar una interna abierta con los socios del PS.

El reacomodamiento.

   El aval de Elisa Carrió a Alfonsín, y la buena sintonía entre ambos, puede ampliar el espacio en la eventual interna abierta y, a la vez, ajustar la relación en el Frente Progresista santafesino, donde Lilita no es bien recibida. Carrió tildó hace algunos meses a Binner de funcional a la Casa Rosada y, en su último desembarco rosarino, largó sin cortapisas que la gestión de Miguel Lifschitz al frente de la Intendencia era muy mala.

   En este marco, las candidaturas a gobernador de Carlos Comi, y a intendente de Pablo Javkin se inscribirían por adentro de la alianza.

   Los comicios del domingo deberían aleccionar a la UCR sobre los riesgos que volverá a correr si el internismo los sigue picando en una piel demasiado acostumbrada a las luchas intestinas. Aunque la muerte embellezca de vez en vez a algunas ideas, a algunas personas, sobre la humanidad de Ricardo Alfonsín se posan varios interrogantes a la hora de vislumbrar una postulación presidencial. De hecho, no tiene ningún antecedente como gestionador de la cosa pública, algo que la sociedad también demandará en 2011 más allá de los perfiles políticos.

   Habrá que observar también hasta dónde llegan los chisporroteos con Julio Cobos. El caso del vicepresidente de la Nación marca a las claras cómo cambia la realidad política en cuestión de días.

   El mendocino era número puesto hasta el domingo como candidato presidencial, pero ahora las dudas y las sombras lo envuelven. ¿Cómo hará para cumplir con su rol institucional peleado con la presidenta y, a la vez, participar activamente de un proceso interno sin dejar de monitorear qué pasa con sus chances de ubicarse como alternativa a los Kirchner?

   Es en este punto donde cobra valor la interpretación de quienes sostuvieron que debería haber renunciado a su cargo cuando gozaba de las mieles pos voto no positivo. "Es verdad, Ricardito no pagó nunca una quincena. Pero Cobos ya perdió aquella imagen impoluta. Hay que negociar", dice un dirigente santafesino que jugó dentro del ricardismo en la interna de provincia de Buenos Aires.

Pero, el rebrote del apellido Alfonsín entre los conmilitones de la boina blanca acomoda a priori el panorama en el espacio que comparten socialistas, radicales y aristas.

Calma, radicales.

   Esos serán los desafíos, pero es importante para la vida institucional que la Uníon Cívica Radical diga otra vez presente, en medio de un destartalado escenario opositor, fragmentado por un mar de vanidades y egos revueltos.

   Adelante, radicales.

Se escribió en La Capital hace muchísimo tiempo que a la UCR le faltaban 500 convenciones para poner la casa en orden. Se puede ratificar ese pronóstico ahora, con un aditamento: deberán hacerlas con la presteza de un cirujano experiente para evitar el caos interno, algo que convirtió en nada el sello partidario tras la experiencia de Fernando de la Rúa. Si alguien duda del correlato empírico de ese devaneo debería revisar los archivos y posar la lupa sobre el 2,6% de los votos que logró Leopoldo Moreau como candidato presidencial en 2003. l

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